sábado, 7 de diciembre de 2013

Experimento: El huevo que bota



EXPERIMENTO

Metemos un huevo en un recipiente y lo cubrimos con vinagre, nada más sumergirlo se forman unas burbujas en la superficie del huevo.  


Transcurridas 24-48 horas sacamos el huevo y lo lavamos con agua. La cáscara ha desaparecido y la consistencia del huevo es gomosa. Al presionar con los dedos se deforma sin romperse y si se deja caer desde cierta altura, bota. 

También se puede observar que el huevo ha aumentado ligeramente de tamaño. 


EXPLICACIÓN

¿A qué se debe la pérdida de la cáscara?

La cáscara del huevo se compone principalmente de carbonato cálcico (CaCO3), que reacciona con ácidos como el vinagre dando la siguiente reacción:


(CaCO3) + 2H+ ---> Ca+2 + CO2 + H2O


Como vemos en la reacción, se forma dióxido de carbono, CO2. Este se desprende como gas formándose burbujas que aparecen en la superficie del huevo. Los iones de calcio y el agua se quedan disueltos en el vinagre. De este modo, la cáscara desaparece.





¿Por qué el huevo se hincha y queda con una consistencia gomosa?

Esto se debe a un proceso de desnaturalización de las proteínas de la clara del huevo. La desnaturalización de estas proteínas se puede dar por un aumento de temperatura, pero también por la acción de ácidos o bases; en este caso, el ácido acético.



En este experimento el agua atraviesa la membrana semipermeable que encierra a la clara del huevo. Este agua va acompañado del ácido acético del vinagre, lo que produce a la vez un hinchamiento del huevo y la desnaturalización de la albumina (proteína) de la clara. Esta proteína desnaturalizada es la que dará al huevo un aspecto gomoso.




Dado que el huevo contiene una mayor concentración de materiales disueltos que la solución de vinagre que lo rodea, absorbe el vinagre mediante un proceso que se conoce como “ósmosis”. De ahí que el huevo aumente su tamaño.




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